AQUÍ Y AHORA, The Wrong Way, Galería Blanca Soto, Madrid.

      

 

 

 

¿Qué se llama cuanto heriza nos?
Se llama Lomismo que padece
nombre nombre nombre nombreE.

Soy una chica de 26 años, de la generación fantasma. Mi trabajo diario es, en gran medida, echar currículos a InfoJobs y ver LinkedIn, aún no he obtenido grandes resultados. Mi día a día es sencillo, me levanto, me hago el desayuno, hablo por teléfono con Miguel, desayuno, miro nuevas ofertas de empleo, aplico en algunas, me lavo lo dientes, me ducho, salgo a la calle, doy un paseo, tomo un café con mi madre, vuelvo a casa, hago la comida, como con mi abuela, descanso, leo un poco, voy a inglés, estoy una hora, regreso a casa, hago los deberes de inglés, veo mis candidaturas de empleo en el ordenador, no meriendo, dibujo o leo o modelo depende del día, hago la cena, veo la televisión, si es domingo veo MasterChef, de nuevo hablo por teléfono o Whatsapp con Miguel, me acuesto, leo Poirot y me duermo, así hasta al día siguiente.

Pensar “Aquí y Ahora” en mi caso manifiesta la literalidad de mi cotidianidad y de mi tiempo diario en un contexto social que es difuso y significativamente tedioso. Mi trabajo siempre ha tenido un carácter autobiográfico, familiar, doméstico. Hablo del paso del tiempo de forma constante y quizás obsesiva. Por eso, quiero reflejar tal cuestión, a modo de diario subjetivo, con un lenguaje mainstream, revelando mi rutina diaria, la cual esta mezclada casi de forma intrínseca, con el nuevo proyecto que estoy realizando. Su nombre es Lomismo*.
Simplemente presento un cuaderno, donde se muestran una serie de archivos como selfies o retratos que me hacen amigos o familiares, mezclados con dibujos y textos que estoy realizando para Lomismo, así como cosas que me llaman la atención, puede ser una canción o una imagen que he visto en Instagram. De alguna forma, enseño un día aparentemente sencillo pero que encarna muchas capas y complejidades dentro de este ciclo existencial de consumo, frustración, banalidad y aburrimiento, todo esto, desde la perspectiva de una chica de 26 años que vive en una ciudad muy pequeña. Lo curioso, es que Lomismo, aunque va en paralelo, tiene un componente muy significativo a la hora de plantearme qué es el tiempo y cómo lo vivo: vida y proyecto están ligados.
La composición es caótica y roza el absurdo. No tiene ningún sentido, es indiferente pero a la vez es un “todo” que exhibe lo vital y un proceso de creación que está en plena gestación y que tampoco se sabe a dónde va a llegar o qué finalidad va a tener. Es un limbo de situaciones de un día, como puede ser otro cualquiera o de cualquier otra persona.

*Lomismo, pertenece a una estrofa del II poema del poemario Trilce de César Vallejo. El poema alude al aburrimiento y somnolencia de la tarde, sugiere gastar tiempo, beber tiempo, achicar tiempo. Sella la importancia del hombre condenado a sufrir larga y monótonamente algo que no entiende y que ni alcanza a nombrar. Lomismo es una locución pronominal que determina un nombre en el poema, pero no un nombre concreto sino uno neutro e indeterminado. Vallejo propone el tiempo como tedio, algo arrítmico, de desesperanza y muerte, de desarticulación e inestabilidad. El nombre es la profunda herida del tiempo en la realidad, todo lo que hiere se llama Lomismo, una identidad unitaria y banal que plantea al tiempo como una paradoja, la diversidad del tumultuoso devenir. Véase en VALLEJO, CÉSAR: Trilce, II (poema), Ediciones Cátedra, Madrid, 1991.

 

Any Day (2018).
Libro y bolsa, bordado con hilo sobre terciopelo/ Impresión digital.
15×23 cm.